Fiorella D’Amato: «Los niños no deberían tener acceso a la tecnología hasta la edad escolar»

tecnología y niños
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El uso de dispositivos tecnológicos en exceso puede ocasionar distintos tipos de trastornos en las personas. En particular, los niños pueden sufrir alteraciones en la visión, el lenguaje y el desarrollo psicomotriz. En relación al tema, la fonoaudióloga Fiorella D’Amato brindó su perspectiva y dejó recomendaciones para los adultos.

«La tecnología debe utilizarse con responsabilidad. Hoy los chicos están constantemente con la computadora, la tablet o el celular y eso influye mucho en el crecimiento, debido a que pasan mucho tiempo frente a una pantalla y adquieren costumbres y/o prácticas que no son comunes a nuestra vida cotidiana», expresó.

Consultada por el reconocimiento de alteraciones en los niños, indicó que «por lo general se pueden observar distorsiones en la pronunciación y en la parte cognitiva», lo que impacta en el normal desenvolvimiento tanto en los hogares como en las instituciones educativas. «Los chicos pueden tener tartamudez, problemas de comprensión de consignas y falta de atención», agregó.

Uno de los grandes debates a nivel mundial tiene que ver con la edad adecuada para posibilitar el primer contacto de los niños con la tecnología. Sin dudas, el tema genera controversias, opiniones disímiles y plantea la difícil cuestión de pertenencia social a partir del acceso a internet con dispositivos propios. En este plano, D’Amato considera que «los niños no deberían tener acceso a la tecnología hasta la edad escolar», debido a que durante los primeros años de vida están en un proceso de formación en todo sentido. «Desde mi punto de vista el primer contacto debería ser a los 6 o 7 años«, puntualizó.

Para finalizar, insistió en la importancia de la presencia de los padres y/o familiares en la vida del niño, desde el nacimiento hasta el ingreso al jardín. «Los problemas habituales se pueden contrarrestar compartiendo más tiempo con los chicos. Les recomiendo a los padres que les presten atención a sus hijos, jueguen con ellos y busquen generar un espacio del día para compartirlo al ciento por ciento. Los más pequeños se guían por el ejemplo y los adultos debemos entender esa situación», cerró.